martes, 12 de noviembre de 2013

QUE ME HA SUPUESTO LEER ''MAL DE ESCUELA''

Este libro ha supuesto para mí llegar a comprender aspectos del zoquete que no entendía. Muchos apartados del libro los he vivido en mi infancia directa o indirectamente. Este libro ha conseguido hacerme comprender que el zoquete es un ser que necesita ser ayudado para salir de ese pozo, y conseguir llegar a las metas que se proponga. No se le debe considerar como menor o menos ''bueno'', sino que necesita más tiempo o más atención del educador , más esfuerzo, para llegar a un lugar al que otros llegan más fácilmente.
El fragmente que he elegido, es el que hace referencia al tipo de madres. Este fragmento me ha hecho recordar mi infancia deportiva, como los padres de mis compañeros criticaban al entrenador o al árbitro. Por suerte, mis padres nunca han sido así, siempre venían a verme jugar pero se ponían alejados del resto para no escuchar ese  tipo de comentarios y no entrar en problemas.
El caso por el que he elegido este fragmento es que me ha conseguido trasladar unos años atrás. Yo tenía un compañero en el fútbol, cuando teníamos 10 años, al que no le gustaba para nada el fútbol. En cambio, iba a todos los entrenamientos y partidos, pero no por voluntad propia sino por obligación del padre. Su padre era muy estricto con el niño, siempre estaba en los entrenamientos criticando sus fallos, chillándole que se esforzara más... también en los partidos. Esto humillaba a mi amigo y le hacía sentirse inferior, pero no tenía el valor para decirle a su padre que no quería jugar más al fútbol. Personalmente creo que el padre quería vivir en su hijo lo que el nunca había logrado.
 Al cabo de un tiempo, recuerdo que el entrenador observó esta situación y sin pensarlo fue a hablar con el padre. Pocos días después mi amigo me dio la noticia de que se había apuntado a tenis, el deporte que realmente le gustaba practicar.
Años después recordé aquel momento con mi amigo y me dijo que los primeros días tras dejarlo, su padre estaba un poco antipático con él, muy distante, pero que poco a poco se le fue pasando y consiguió enganchar a su padre al tenis. Pero esta vez, era muy distinto iba siempre a verlo pero con el afán de apoyarle y ayudarle a mejorar en cada momento.
En conclusión, como dice el fragmento hay muchos tipos de madres y padres, pero lo único e imprescindible que nunca debería perder un padre, es la capacidad de apoyo y ayuda hacia su hijo, sea cual sea el problema o la situación. La ayuda de un padre o una madre siempre es necesaria.
Me gustaría colgar una foto que refleja un poco lo que todos los niños desean cuando su padre va a verlos practicar su deporte.

3 comentarios:

  1. hola carlos, me ha gustado bastante la experiencia que cuentas y como la relacionas, lo cuentas de una postura externa, todo visto desde fuera; pero me hubiese gustado que te hubieses metido más dentro de la situación contando que harías tu si estuvieses entrenando un equipo de benjamines y vieses que hay padres que están venga gritar y molestar.
    Un saludo, Alessandro. Te animo a comentar en mi blog

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  2. Hola Alessandro, lo primero gracias por animarte a comentar mi entrada.
    En cuento a tu comentario, lo mismo que pienso desde fuera es lo que me gustaría trasmitir a los padres de mi jugadores. Que comprendieran las necesidades y sentimientos de sus hijos, que los escuchen y que no les obliguen a realizar actividades en las que el niño no se siente motivado.
    En el caso del fútbol, con los padres que van a ver los entrenamientos o partidos, la verdad, no se como reaccionaría al escuchar comentarios desagradables de un padre a un hijo o al resto de niños o al arbitro. Pero supongo que actuaría desde una manera que pudiera plantear al padre que todo lo que el está haciendo lo observa su hijo, y que no es sano para su educación.
    Un saludo.

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  3. Hola Carlos, me siento completamente identificado con lo que cuentas en esta entrada y con el posterior comentario en respuesta a Alessandro, ya que yo he vivido en los dos lados, primero como jugador y ahora como entrenador de fútbol base.
    En primer lugar, también tuve un compañero en mi época como jugador, que su padre hacía exactamente lo mismo que has explicado en tu entrada, la diferencia es que a mi compañero si que le gustaba el fútbol, es más, tenía muchas facultades para crecer como futbolista y llegar más arriba de donde lo hizo, pero el comportamiento de su padre hizo que poco a poco fuera aborreciendo la práctica del fútbol hasta terminar por dejarlo.
    Con respecto a mi labor como entrenador/educador de fútbol base tengo que decir que llevo 3 años entrenando, cada año con un equipo diferente en categorías de futbol 7, y todos los años me he encontrado con ese tipo de padres y madres que lo único que hacen es criticar tu trabajo, el trabajo de los árbitros y el de su propio hijo.
    Con respecto a eso, intento que mis jugadores desde el momento que entran a entrenar hasta que finaliza el entrene no puedan tener ningún tipo de contacto con los padres, ya que cuando lleguen a casa tendrán tiempo suficiente para charlar con ellos de lo que quieran. En referencia a los padres, decirte que es muy difícil hacerles cambiar su actitud, y por mi experiencia, aunque hables con ellos e intentes que vean las cosas de otro modo seguirán haciendo lo que quieran. Un saludo crack!

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